Entrenamiento de los antebrazos

Existen dos tipos de fuerzas de agarre: isométrica, que básicamente es la capacidad de cerrarnos a algo sin realizar movimiento (por ejemplo en peso muerto, dominadas y cuando nos colgamos de una barra) y fuerza de agarre dinámica, que es la capacidad de cerrar la mano contra una resistencia (por ejemplo cuando apretamos unas pinzas, una pelota, etc).
Normalmente la fuerza que más se suele entrenar es la fuerza isométrica, sin embargo, dependiendo de la disciplina deportiva a la que nos dediquemos, interesará más entrenar uno u otro. Hay que destacar que no hay transferencia de fuerza entre un tipo de fuerza y otro, es decir, podemos ser muy fuertes en el agarre isométrico y débiles en el dinámico o viceversa.
Si nuestra disciplina deportiva es la halterofilia o el powerlifting, nos interesará entrenar fundamentalmente la fuerza isométrica, sin embargo, si somos judocas o jugamos al balonmano, nos interesará entrenar la fuerza de agarre dinámico.
Cabe destacar que en términos estéticos, el antebrazo depende fundamentalmente de nuestra genética, es un músculo muy complicado de cambiar de forma natural, al igual que sucede con las pantorrillas.